Editorial

Abstract

Con la aparición de la COVID-19 y la marcada propagación de sus casos comenzaron a generarse «olas» de infectados. Si bien dentro de estas se encontraban los pacientes llamados «asintomáticos», los hechos mostraron que aún la amenaza no se había superado y que afrontábamos una tercera y hasta cuarta ola, donde los medicamentos, las pruebas médicas y los establecimientos de salud alcanzaban una incontrolable demanda. Por desgracia, algunos aprovecharon el pánico para lucrar descaradamente, propiciando mayores tensiones sociales y una actuación estatal determinante, pero esta última no llegó como debía. Esta experiencia nos permitirá reevaluar el marco legal vigente para evitar que situaciones similares se repitan.